No debería haber energía rusa en Europa. Las señales de América son claras: están listos para suministrar tanto gas y petróleo como sea necesario para reemplazar los suministros rusos. Nuestra región tiene la infraestructura y el potencial necesarios para contribuir a la independencia energética de Europa mucho más.

Hemos hecho propuestas a EE. UU. sobre infraestructura de gas, generación de energía nuclear y varios otros proyectos. Actualmente estamos trabajando en los detalles.

Casi todos los días ahora, estamos comunicándonos con líderes para asegurar que tengamos una posición común, todos nosotros en Europa, sobre ejercer presión sobre Rusia—el tipo correcto de presión. No le otorgaremos ningún regalo al agresor y no olvidaremos nada.