Es una lectura absolutamente fascinante en Contra la Máquina. Entre otras cosas, ofrece posiblemente la mejor teoría detrás del movimiento trans que he escuchado: es un precursor o síntoma del movimiento transhumanista más profundo; un rechazo de nuestros cuerpos como nuestras formas finales y un impulso para ir más allá de nuestras limitaciones biológicas. El libro es bastante denso, pero lo recomiendo encarecidamente, especialmente si sientes que la realidad se está desmoronando.