Algunos constructores "viven en el futuro" en el sentido de que logran imaginar el mundo tal y como va a ser. Mantienen la atención en el horizonte. No diseñan su producto basándose únicamente en el mundo tal y como es hoy, sino también en lo que creen que requerirá la realidad del mañana. Entender el día de hoy es importante, pero cuando construyes, ya deberías estar imaginando lo que el futuro necesitará.