Cuando Antoni Gaudí murió en 1926, se hizo menos de 1/4 de la Sagrada Familia de Barcelona. Sus diseños eran tan complicados que se necesitó la invención de la ingeniería aeronáutica y el software de diseño asistido por computadora (CAD) para que las generaciones futuras completaran su trabajo. A finales del siglo XIX, Gaudí había basado su plan original para la Basílica en su estudio del mundo natural (raíces de árboles, arcos de cuevas, conchas marinas). A continuación se muestra una representación en video de la estructura terminada, que los constructores españoles esperan terminar para 2026 (un siglo después de la muerte de Gaudí; dedicó los últimos 40 años de su vida a la obra maestra) "La línea recta pertenece al hombre, la curva pertenece a Dios", comentó una vez el icónico arquitecto catalán. "No hay líneas rectas ni esquinas afiladas en la naturaleza. Por lo tanto, los edificios no deben tener líneas rectas ni esquinas".
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