Ingeniería inversa Uno de los grandes desafíos con todos los productos de consumo es que tus competidores siempre pueden hacer un desmantelamiento completo de lo que pongas en el mercado. Es extremadamente difícil mantener una ventaja con cualquier componente mecánico, a menos que tengas una propiedad intelectual robusta. Probablemente lo que sucederá con los robots humanoides es que los países van a requerir que los productos estén licenciados. Una de las mayores preocupaciones emergentes es la seguridad nacional, ¿quiere un país importar 5 millones de robots que viven en hogares privados y reciben sus actualizaciones de firmware desde el extranjero? No. El riesgo de seguridad es real. El producto es un potencial ejército troyano. Por lo tanto, es probable que los países limiten qué modelos pueden entrar en su mercado. Esto sucederá antes de que las ventas alcancen la marca de un millón de unidades. Así que tal vez los primeros $50 mil millones de ingresos superen las restricciones, pero después de eso, el mercado se volverá mucho más difícil de entrar. Así que una vez que alcancemos un plateau tecnológico, podríamos ver que se levantan rápidamente puentes levadizos regulatorios como una forma de prevenir que los mercados se inunden con imitaciones de bajo nivel que tienen preocupaciones de seguridad. Así que, aunque la ingeniería inversa será rápida y veremos muchas copias, podría no importar. Lo que probablemente sea más importante es cómo la nación cliente confía en el OEM en términos de seguridad.